avizo:

se les informa a las y los lectores de esta novela (fic) que en los primeros capítulos no sale ninguno de los integrantes de la banda, están en capítulos mas avanzados. con ello pedimos no dejar de leer ya que tendrá que haber continuidad para entender cuando aparezcan algunos de los chicos.

martes, 30 de noviembre de 2010

capitulo 5: te quiero ver Richard

He despertado hace unos cinco minutos y no he conseguido abrir bien mis ojos. Aun continúo acostada en la cama. Juro que mis ganas de hacer algo esta demasiado lejos de querer hacerlo, esperaría a que mi nana viniera si fuera necesario.

De acuerdo. No será así.

Me pare de la cama caminando como si cada parte de mi cuerpo pesara toda una tonelada. Me fui al baño y cerré la puerta tras mía. Fui hasta la bañera y deje que el agua fluyera para que se llenara mientras me quitaba el pijama. Fue totalmente inesperado sentir que el agua estaba por completo helada. Di un pequeño grito al respecto. Cerré mis puños y respire profundo al momento que me sumergía en el agua que ya estaba a punto de llegar al límite. Solo era cuestión de acostumbrarse a la temperatura del agua. Definitivamente desperté al instante, valla forma.

Ahora comprendo por que las personas mojan a la gente con agua fría para que despierten.

Concluí mi ducha tiempo después. Seque mi cuerpo con una toalla y me puse mi bata roja

de baño. Seque mi cabello y deposite mi ropa en un cesto rosado.

Salí del baño con un frío infernal. Me apresure y me fui al guardarropa. Estaba mirando la ropa cuando tocaron la puerta.

- Adelante – ordene. Entonces se abrió la puerta y pude ver que era Lucia -.

- Buenos días, Annely – saludo -. ¿Cómo amaneciste?

- ¿Cómo crees? – pregunte -. Como siempre, con demasiada flojera. Con decirte que esperaba tu llegada para que al fin me pudiera levantar de la cama, pero me tuve que parar por que no tenia idea de la hora en que vendrías – dije. Con ello logre escuchar una pequeña risa traviesa de mi nana -. Es que no tenia fuerzas – me queje -.

- Si te lo creo, Annely – me burlo -. Tú nunca tienes fuerzas para nada.

- ¿podrías sacar mi ropa? – pedí -.

- Claro – acepto -. Espera un momento y te la entrego.

- Si.

Me senté en el borde de la cama a esperar a que mi nana sacara mi ropa.

¿Qué habrá pasado con mi carta? ¿Se la habrá entregado lucia a Richard? Tengo

curiosidad.

- nana… - le llame. Entonces esta voltio a verme –.

- Dime, Annely.

- La carta de ayer…no es que desconfíe de ti… pero… ¿se la has entregado? – pregunte nerviosa.

- Claro que si, Annely – seguro -. Y aquí entre nosotras… - Dejo la frase al aire y me miro fijamente -. Me parece que se alegro demasiado al saber que le habías escrito una carta, sobre todo que venia de ti.

- ¿Enserio? – quise saber con los ojos muy abiertos -.

- Si, Annely. Demasiado.

- Eso es…bueno – dije sonrojada -. La verdad es que no me esperaba nada de esto que me dices.

- Bueno, pues si quieres verlo tendrás que apresurarte y arreglarte por que esta allí abajo.

- ¡voy enseguida!

Me pare de la cama muy rápido y fui donde mi nana arrebatándole la ropa de las manos. Corrí hacia el cuarto de baño.

Creo que nunca había estado mas contenta por terminar tan rápido, ni siquiera cuando llega Amber, mi mejor amiga, de visita.

“Te quiero ver Richard” pensé. Entonces suspire al imaginármelo.

Me puse la ropa tan rápido como pude. Era un vestido de color blanco con encajes y un suéter de color marrón.

Salí del baño y me fui corriendo al tocador. Empecé a peinar mi cabello, se veía ondulado y castaño como siempre. Tal vez hoy tenía que darle un toque especial.

Busque en mi cajón de accesorios para el cabello algo que le pudiera poner a mi cabello. ¡Lo encontré! Un hermoso moño blanco. Lo tome y peine mi cabello de la parte superior hacia el lado derecho y fue allí donde coloque el moño.

Ahora si me sentía lista.

Me volteé y pude ver como me observaba mi nana, con una gran sonrisa dibujada en los labios. Entonces también sonreí.

- Estoy lista, nana.

- Si, y déjame decirte que creo que has hecho tiempo record el día de hoy – objetó -. Y yo que pensé que tenías demasiada flojera como para moverte tan rápido, Annely.

- Ummm…si – respondí -. Pero me di cuenta de que la flojera no me sirve de nada. No me hace bien.

- ¿y que es lo que si te hace bien? ¿acaso ver a Richard? – pregunto con ojos inquisitivos -.

- Bueno…sabes que el es solo mi amigo. Me emociono por que…por que hace tiempo que no veo – conteste más nerviosa aun -.

- ¿y no lo viste ayer?

- Si pero solo fue por un momento, nana – proteste -.

- Bueno… - acepto -. Bajemos para que desayunes, o más bien para que veas a Richard.

- Como digas, nana. Yo bajo por el desayuno…

- ¿segura?

- …Y también por Richard… - confesé -.

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